El día que el rock fue usado como una táctica militar

Los gobiernos, ejércitos y agencias de inteligencia han desarrollado todo tipo de macabras tácticas para conseguir información o “romper” el espíritu de algunos sujetos que pueden ser de particular interés para cualquiera de los grupos antes mencionados, además de grupos criminales.

La música normalmente es entendida como un medio para el entretenimiento y el disfrute, no obstante, los humanos hemos conseguido aprovechar algunos de estos ritmos para fines completamente distintos, como la tortura psicológica. Soldados en Panamá. / Foto: NPR

En un principio, algunos grupos militares, particularmente de los Estados Unidos, utilizaron la música para hostigar a algunos personajes de interés.

El primer caso registrado

Tal fue el caso de el general Manuel Noriega, quien el 25 de diciembre de 1989, en plena Navidad, se vio obligado a resguardarse en la embajada del Vaticano en Panamá, después de que Estados Unidos invadiera Panamá y lo acusara por narcotráfico y por amañar las elecciones. De tal forma, la embajada fue rodeada por las tropas estadounidenses y comenzaron a reproducir a todo volumen una lista de canciones que incluía a Guns N’ Roses, The Doors, Van Halen y hasta U2.
Nadie sabe con certeza si las tropas dejaron de hacer sonar su lista musical por pedido de la Santa Sede después de tres días continuos, pero el general Manuel Noriega se rindió el 3 de enero de 1990.La invasión de Panamá tuvo como nombre: Operación Causa Justa. / Foto: Wikimedia Commons. 

La táctica fue repetida hacia 1993 cuando el ejército, así como la policía rodearon las instalaciones de los Davidianos, un culto en Texas. Durante 51 días de asedio, las autoridades reprodujeron música pop, así como cantos tibetanos y los gritos de conejos en el matadero a través de los jets que sobrevolaban sobre el área, según un reporte de la BBC. 

En la guerra

De este tipo de usos, pronto el rock y el metal fueron utilizados en el frente de guerra. Durante la invasión en Afganistán los militares solían hacer sonar a Metallica y otras bandas de metal pesado por varias horas… pero su uso más controversial ha sido sobre individuos en específico. 

Soldados durante el asedio contra el general Manuel Noriega, 1989. / Foto: Manoocher Deghatia-AFP/Getty ImagesFue durante este conflicto armado que la CIA comenzó a quebrar psicológicamente a sus prisioneros en busca de que éstos les proveyeran más información sobre los talibanes o el mismísimo Osama Bin Laden. La tortura psicológica entonces comprendió de exponerlos a horas continuas de rock pesado y privarlos del sueño. Por otro lado, la elección del rock y el metal se debió simplemente a que se trataban de géneros musicales que probablemente no habían escuchado en aquella región del mundo, por lo que resultaba aún más molesto y estridente. Según el sargento Mark Hadsell de la Compañía de Operaciones Psicológicas: 

«Estas personas no han escuchado heavy metal. No pueden lidiar con ello. […] Si lo reproduces por 24 horas, tu cerebro y funciones corporales empiezan a deslizarse, tus pensamientos se ralentizan y tu voluntad se quebranta. Ahí es cuando entramos y hablamos con ellos». 

En los entrenamientos 

Dado que el uso de éstas tácticas se ha difundido y popularizado, también ha pasado a ser parte de los entrenamientos militares, en los que los soldados son expuestos a escenarios similares: horas continuas de una misma canción que pretenden llevar a los soldados al límite… o más bien, que estos aprendan a resistir los efectos psicológicos. Captura de Zero Dark Thirty en la que reproducen las tácticas de interrogación durante el conflicto armado en Medio Oriente. 

En ese sentido, algunos de los programas más severos y de mayor rango en el ejército también involucran la recreación de escenarios de aprehensión y posible tortura, con el objetivo de que los soldados sean capaces de atravesar por dichas situaciones con vida y con la menor de las afectaciones posibles. 

Las consecuencias de esta táctica de tortura 

Se ha dicho que reproducir música continua, así como la privación del sueño no tiene efectos duraderos sobre las víctimas, no obstante, algunos de los testimonios de los prisioneros en lugares como Guantánamo, relatan los gritos y repetidos golpes a la cabeza contra las paredes o puertas que algunos prisioneros daban cuando eran sometidos a dicha táctica. Prisioneros en Guantánamo. / Foto: Spiegel Online.

Su prohibición 

Organismos internacionales como la ONU han prohibido el uso de la música, así como otras tácticas extremas de interrogación que entran en los parámetros de la tortura. No obstante, dada la secrecía de numerosas misiones militares o de agencias de inteligencia, resulta difícil pensar que en algún lugar del mundo alguien no esté siendo sujeto de esta terrible práctica. 

Fuente: Beatriz Esquivel28 de junio, 2019