Las canciones con mejor letra en inglès Hurricane

Escrito por el 30 marzo, 2020

El 17 de marzo de 1976, se reabre el caso contra Rubin “Hurricane” Carter. “Esta es la historia de “Huracán”.

Pero no terminará hasta que limpien su nombre y le devuelvan el tiempo que ha cumplido. Lo pusieron en la celda de una prisión, pero una vez pudo haber sido el campeón del mundo”. Son los últimos versos de “Huracan” la canción en la que Bob Dylan cedió su voz a Rubin “Hurrican” Carter, el boxeador que pudo haber sido campeón del mundo y no lo fue porque se le envió a prisión injustamente acusado de un crimen que no había cometido.

Lo más grande de la canción de Dylan, que abre su álbum de 1975 “Desire”, es que es simple y llanamente eso: la historia de Huracán. La canción fue sólo una pieza más en la campaña que pedía la revisión del caso. Pero fue, sin duda una de las más eficaces. Cada vez que se escuchaba, Dylan contaba al mundo que se decidió que Huracán era el culpable de aquellas tres muertes porque era negro. Cada vez que sonaba su “Huracán”, Dylan repetía que fue condenado sin pruebas y que sus cartas estaban marcadas.

Cada vez que cantaba la canción, Dylan acusaba a la justicia y a la prensa de no haber hecho nada por conocer la verdad y se avergonzaba de vivir en un país en el que la justicia es un juego. Pero en la historia de Huracán se abrió una puerta a la esperanza cuando un adolescente canadiense leyó su autobiografía “El decimosexto asalto”. Ese chaval quiso conocer al protagonista de la historia y, cuando lo hizo, en la prisión donde el campeón llevaba encerrado la mitad de su vida, decidió que decía la verdad y que haría lo posible por salvarle. Fue el arranque de una campaña que culminaría con la revisión del caso el 17 de marzo de 1976. La falta de pruebas haría imposible condenar al campeón que pudo ser, ante los ojos vigilantes del mundo.

Finalmente, Huracán fue puesto en libertad y decidió dedicar el resto de su vida a lograr la revisión de los casos de otros que, como él, no tuvieron su oportunidad ante la Ley. Eso, en un país donde los fiscales negros o hispanos son una escandalosa minoría frente a la mayoría blanca y donde el 63% de los presos son negros o hispanos. Un país donde los negros tienen 17 veces más probabilidades de acabar en prisión que los blancos. Un país, en fin, donde, desde que se revisó el caso de Huracán, más de un centenar de condenados a muerte han podido dejar el corredor de la muerte porque eran inocentes.

La canción «Hurricane» abre el disco de Bob Dylan Desire del año 1976, y se convirtió probablemente en la canción más popular del mismo. El nombre de la misma proviene del apodo del boxeador de los pesos medios Rubin Carter. Bob Dylan se inspiró para escribirla tras leer la autobiografía del propio Rubin Carter («The Sixteenth Round») que este le había enviado por su «compromiso en la Lucha por los Derechos Civiles de los Afroamericanos».

Rubin Carter y otro hombre llamado John Artis habían sido acusados de un triple asesinato ocurrido en el Lafayette Grill, PatersonNueva Jersey en 1966. Tras un proceso con una amplia cobertura periodística, y con acusaciones de haber sido un asesinato con tintes racistas, ambos fueron condenados a cuatro cadenas perpetuas. Pero en los años posteriores comenzaron a surgir numerosas controversias sobre el caso, relativas a la falta de evidencias y a lo cuestionable de la veracidad de las declaraciones de algunos de los testigos. En su autobiografía, Rubin Carter mantenía su inocencia, y su historia llevó a Bob Dylan a visitarle en la prisión de Rahway State en Nueva Jersey.

Tras conocer a Rubin Carter y a alguno de sus seguidores, Bob Dylan comenzó a escribir «Hurricane». El proceso, como afirmó Jacques Levy, no fue sencillo porque aunque Bob Dylan había escrito con anterioridad canciones de temática similar («The Lonesome Death of Hattie Carroll» y «The Death of Emmett Till«) no era capaz de plasmar en la canción todos los sentimientos que le generaba Rubin Carter. Finalmente Bob Dylan desarrolló la canción con un marcado estilo cinematográfico.

La canción se convirtió en una de las pocas canciones protesta de Bob Dylan durante la década de los 70 y en uno de los singles de mayor éxito durante ese periodo al alcanzar el puesto 31 del Billboard.

Controversia

Bob Dylan fue obligado a regrabar la canción modificando las letras, después de que los abogados de Columbia Records le informaran que las referencias al «robo de los cuerpos» por parte de Alfred Bello y Arthur Dexter podían derivar en un juicio. Ni Alfred Bello ni Arthur Dexter fueron nunca acusados de tales cargos. Por ello Bob Dylan decidió regrabar la canción. Contó para ello con los músicos que iban a acompañarle en su siguiente gira, entre ellos Don Meehanal (teclado) y Ronee Blakley acompañándole en las armonías vocales. La duración de la canción no fue recortada, pero se modificaron algunas partes de la letra que podían resultar ofensivas. Aun así la testigo Patricia Graham Valentine interpuso una demanda contra la canción.

Los detractores de la canción acusaron a Bob Dylan de haber omitido en la misma cualquier referencia al violento carácter de Rubin Carter. También se criticó la descripción que se hace en la canción sobre la carrera deportiva de Rubin Carter: » the number one contender» («el contendiente número uno al campeonato mundial de box»), tanto en cuanto la edición de mayo de 1966 (momento de la detención) del Ring Magazine solo situaba en el noveno puesto del escalafón mundial. Mike Cleveland del Herald-News y Robert Christgau, entre otros cuestionaron la objetividad de Bob Dylan sobre el tema. Asimismo, el reportero Cal Deal, quien cubrió el caso entre 1975 y 1976 y que entrevistó a Rubin Carter en agosto y diciembre de 1975, también acusó a Bob Dylan de haberse tomado numerosas licencias artísticas



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