Tom Jones celebra 80 años

Escrito por el 7 junio, 2020

El ‘tigre de Gales’, un Tom Jones celebra los 80 años de edad dejando tras de sí una vida personal llena de amoríos, sexo y esa miticidad del desenfreno tan propia de los músicos.

Su legado profesional no siempre fue tan incuestionable. A finales de los años 70 parecía que el ‘sexbomb’ estaba condenado a ser una vieja gloria que se paseaba por casinos y lugares de mala muerte. Fue entonces cuando su hijo Mark tomó las riendas de su carrera e hizo que su progenitor no malgastase el brillo de su figura. El mánager-hijo también hizo posible que lo contratasen como parte del jurado de la versión británica de ‘La Voz’, programa en el que permaneció cuatro años (de 2011 a 2015). Mucho antes de consolidar su leyenda, la biografía personal del ‘macho galés’ por excelencia está repleta de fans con las que se metió en la cama (unas 250 por año, según apuntan algunas crónicas), infidelidades a lo Casanova y artes amatorias más propias de una época en la que machismo y feminismo se medían por códigos muy diferentes a los del siglo XXI.

Antes de las innumerables amantes, Jones se casó a los 16 con Linda Trenchard. Los dos eran muy jóvenes, y él, bastante reacio a confesar sus escarceos con otras mujeres incluso en sus memorias, dijo en 2015 que ella fue el verdadero y único amor de su vida. «Linda cree que ha perdido su chispa y que ya no luce como antes, pero está bien, yo tampoco. Cuando hablamos por teléfono los dos somos jóvenes otra vez y todas las oscuridades desaparecen. Es una mujer increíble y lo más importante de mi vida«. Linda falleció de cáncer en 2016 y a él no tardaron ni una semana en sacarle nombres de viejas amantes en los medios de comunicación. Charlotte Laws, una señora que dijo haber perdido la virginidad con él a los 18, tras un concierto del artista en Florida, tuvo la osadía de darle el pésame por su viudedad a través de las redes sociales.

Sus devaneos con otras chicas no era nada nuevo. Al ‘tigre galés’ se le ha relacionado, a lo largo de su vida, con Marjorie Wallace, Miss Mundo 1976, o con Mary Wilson, de The Supremes. Pero, como Paco Rabal y otros ilustres calaveras, el artista siempre volvía al lecho de la misma mujer, en este caso su Linda. Jones y ella se conocieron en la cuenca minera de Pontypridd, en Gales, cuando solo tenían 12 añitos. A los 16 ella se quedó embarazada y eso hizo que se casaran en 1957. Poco después nació su hijo Mark, el único que tuvieron pese al deseo de ampliar la familia. Cuando al artista le llegó la fama se preocupó de que a su mujer y a su hijo no les faltase de nada y compró una casa nueva para ambos. Eso no le eximió de coleccionar amantes e incluso de dejar algún que otro hijo ilegítimo por ahí.

En la década de los 80, la modelo Katherine Berkery interpuso una demanda de paternidad contra él y afirmó que su hijo Jonathan era producto de una de sus noches locas con el galés. Tras una prueba de ADN, varias apelaciones y mil dispositivos legales, Jones tuvo que admitir que el tal Jonathan era hijo suyo, pero nunca lo reconoció como legítimo.

Las noticias sobre el poderío amoroso de Jones continuaron tras la muerte de su esposa. En 2017, se publicó que la mismísima viuda de Elvis Presley, Priscilla, se había convertido en uno de sus principales apoyos tras quedarse viudo. Tal y como un amigo de ambos declaró a la prensa, ambos habían decidido unir sus caminos empezando un “cortejo (…). Hay una chispa entre ellos, pero se lo están tomando con calma”, dijo. Días más tarde, aparecieron varias fotografías de los dos juntos que parecieron confirmar el romance.

Nunca se supo si aquello era verdadero o el delirante ‘cross over’ de algún fan loco que adoraba a Tom Jones y al malogrado Elvis por igual. El caso es que el pelazo negro, el moreno a lo Julio Iglesias y la implacable voz rasgada del cantante ya forman parte del imaginario colectivo. A sus 80 recién cumplidos, Jones sigue viviendo en Los Ángeles, ciudad a la que se mudó a mediados de los 70 para no pagar impuestos en su tierra natal. Allí repasa, de cuando en cuando, unos recuerdos en los que maquilla que fue una auténtica ‘bomba sexual’. Él prefiere ser recordado por esas canciones que aún hacen bailar a las nuevas generaciones y a los amantes del pop con un punto deliciosamente hortera.


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